El agua tiene una composición particular que le permite ser influenciada por componentes agregados, como la oración y el pensamiento.
El pase puede ser complementado con el agua fluidificada o magnetizada, la cual es energizada por los amigos espirituales. Ella es de gran valor inclusive en los casos en que no se dispone de pasistas.
El agua fluidificada ha tenido óptimos resultados en los tratamientos de ayuda espiritual, por tal motivo, es recomendada por los Espíritus Superiores y son ellos mismos quienes la fluidifican o magnetizan después de nuestra oración, por eso, debe ser usada como medicamento (ellos usan
el fluido cósmico universal -elemento de lo que está compuesto todo lo que
existe- para magnetizar el agua, convirtiéndola en elemento armonizador de
todos los cuerpos del hombre: físico, periespiritual y espiritual; tiene
propiedades nutritivas, calmantes, reguladoras, armonizadoras, revitalizantes,
relajantes, etc).
En el libro "El Consolador", el Espíritu Emmanuel afirma: «el agua puede ser fluidificada, en forma general, para beneficio de todos; así como puede ser, en carácter particular para determinado enfermo, en este caso, es conveniente que su uso sea personal y exclusivo». Es decir, que cada uno de nosotros recibe lo que necesita del agua fluidificada.
El agua energizada o fluidificada al ser ingerida, es asimilada por el organismo, que absorbe las quintaesencias (materia de la dimensión espiritual) que irán actuar en el periespíritu, semejante a un remedio homeopático.
El agua puede ser fluidificada:
- Por espíritus benefactores al atender nuestras oraciones, durante las reuniones de evangelización o al hacer el “Evangelio en el hogar”. Es siempre necesario que exista una ocasión y un lugar adecuado.
- La fluidificación también puede ser hecha por médiums a través de la oración y de la imposición de las manos sobre el recipiente de agua, dejando sus fluidos magnéticos actuar.
La ciencia ya se está acercando a esta afirmación. Podemos apreciar el
trabajo de investigación realizado por el doctor japonés Masaru Emoto, el cuál revela la influencia
que tienen las vibraciones del medio ambiente y nuestras emociones sobre las
moléculas de agua. Durante ocho años, él y su equipo cristalizaron y
fotografiaron moléculas de agua. Las muestras fueron extraídas de los ríos,
lagos, lluvia, nieve y sometidas a las vibraciones de pensamientos,
sentimientos, palabras, ideas y músicas. A través de estos estudios fue posible
registrar en imágenes la reacción de las moléculas de agua a esos estímulos,
tanto
los positivos como los negativos.
Dr. Masaru Emoto
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