miércoles, 7 de mayo de 2014

El Principio Vital


Los seres orgánicos son los que tienen en sí mismos un origen de actividad íntima que les da la vida. Nacen, crecen, se reproducen y mueren. Están provistos de órganos especiales para la realización de los diferentes actos de la vida y apropiados a las necesidades de su conservación. Comprenden a los hombres, los animales y las plantas.

Los seres inorgánicos son todos los que no tienen vitalidad ni movimientos propios y son formados por sólo la agregación de la materia, tales son los minerales, el agua, el aire, etc.

CLASES DE SERES ORGÁNICOS:

Seres inanimados: formados únicamente de materia, sin vitalidad ni inteligencia, tales como son los cuerpos brutos.

Seres animados que no piensan: formados de materia y dotados de vitalidad, pero faltos de inteligencia.

Seres animados que piensan: formados de materia, dotados de vitalidad y que tienen además un principio inteligente que les da la facultad de pensar.

<<Hay en la  materia orgánica un principio especial, intangible, aun no estudiado, llamado el principio vital.
El oxigeno, el hidrogeno, el carbono y el nitrógeno al combinarse solo puede formar minerales o cuerpos inorgánicos. El principio vital, en cambio, modifica la constitución molecular de ese cuerpo y le otorga propiedades especiales. En lugar de una molécula mineral, se tiene una molécula de materia orgánica.
La actividad del principio vital se manifiesta en el funcionamiento de los órganos, cuando el movimiento cesa con la muerte, el principio vital se extingue.
El hombre pertenece al orden de los mamíferos, de los que se diferencia por ligeros matices, en la forma exterior; en lo demás posee la misma composición química que los animales, los mismos órganos y funciones e idéntica maneras de nutrición, de respiración, de secreción y de reproducción. Nace, vive y muere en las mismas condiciones, y al morir, su cuerpo se descompone como el de todo ser viviente. En su sangre en su carne y en sus huesos hay los mismos atines que en los animales. Como estos al morir, devuelve a la Tierra el oxigeno, el hidrogeno, el carbono, el hidrogeno que se habían amalgamado para formarlo, y tales elementos volverán a formar nuevos cuerpos minerales, vegetales y animales.
Dentro de los animales mamíferos, el hombre pertenece a la subclase de los bímanos. Un escalón más bajo del hombre se encuentran los cuadrumanos o monos. El orangután y el chimpancé durante mucho tiempo se les llamo hombre de los bosques.
En la escala de los seres vivos, desde el punto de vista orgánico, se puede ver que desde el liquen hasta el árbol y desde el zoófito hasta el hombre, hay una cadena que se va elevando en jerarquía sin interrupción y guardando una relación todos los eslabones entre si. Siguiendo paso a paso la cadena  de los seres, se diría que cada especie es un perfeccionamiento, una transformación de la especie, que le precede.
El cuerpo del hombre, es la última pieza de la animalidad sobre la tierra. Por mucho que disminuya el valor del cuerpo ante sus ojos, más crece la importancia del principio espiritual. Si el cuerpo lo rebaja a la altura del animal, el alma lo eleva hasta alturas indescriptibles. Pues vemos el límite del animal, más no podemos sospechar hasta donde puede llegar el ser humano.>>

(Fragmento extraído del libro "Evolución Anímica" de Gabriel Delanne)

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